martes, 4 de febrero de 2014

Hacia el Sureste Europeo III: Istanbul (Turquía)

Para el tercer día en Istanbul teníamos planeado visitar el interior de la Mezquita Azul, el Grand Bazaar, La Mezquita de Süleymaniye y un paseo por el Bósforo en barco. Así que después de levantarse medianamente temprano y desayunar en el hotel empezamos a caminar hacia nuestro primer destino.

 

De la Mezquita Azul poco que decir puesto que los exteriores del lugar son un fiel reflejo de lo que vas a encontrarte por dentro. De este lugar nos encantó las dimensiones gigantescas, la luminosidad interior y la sensación que te invade por dentro cada vez que estás en un lugar así y de cómo las religiones pueden mover miles de millones para tener contentos a los fieles. Teníamos grandes expectativas con ese lugar (es lo que te genera cuando lo ves por fuera) y el interior no defrauda los magníficos exteriores del lugar. Un 'must see' en toda regla.



De allí nos fuimos caminando por callejuelas hasta el Grand Bazaar y si el día anterior nos había impresionado lo grande que era el de las Especias, al entrar ahí, nos dimos cuenta que cualquier bazar visto anteriormente se convertía en ridículo, qué cantidad de callejuelas y tiendas, un vendedor nos dijo que había algo menos de 4000 puestos y que tenían que lograr la venta según entrabas por la tienda porque el que decía que iba a seguir mirando y si no le gustaba nada volvería era, en la mayoría de los casos, incapaz de volver a encontrar la tienda. Y no me extraña, nosotros estuvimos un buen rato buscando una salida (cualquiera) y tardamos un buen rato en encontrarla.


Allí compramos un par de cosillas, por las cuales tuvimos que regatear y logramos un precio mucho menor (en un caso más del 50%) del que pedían inicialmente pero, aún así, salimos con la idea de que habíamos más que sobrepagado por lo que compramos. Pero bueno, qué sería de la visita a Estambul si no te acabases sintiendo timado :P


Del Grand Bazaar a la Mezquita de Suleyman pasando por la zona universitaria. Cuando quisimos entrar resultó estar cerrada (creo recordar porque era la hora de la oración y en esa mezquita no querían turistas) así que sacamos unas fotos de los exteriores y, esperando que el interior fuese similar a las mezquitas que ya habíamos visitado, nos fuimos caminando hacia el antiguo acueducto.


En nuestro paseo paramos en un bar cualquiera (resultó ser un bar de estudiantes en el que no se vendía alcohol pero en el que todos estaban fumando en cachimba) a comer algo y después seguimos con nuestra visita. Cerca había una mezquita mucho más pequeña que las que habíamos visto pero que nos llamó, de algún modo, la atención. Así que nos fuimos hasta la puerta y resultó estar todo desierto (no era hora de la oración y los turistas debían de estar comiendo).



Nos vio un señor, que resultó ser uno de los encargados del templo, y como nos vio dudando de si entrar o no, nos animó a descalzarnos y, hablando en español, entró con nosotros a la mezquita y nos estuvo explicando algunas cosas acerca del islam y de los elementos de las mezquitas, muy interesante todo lo que nos contó y sobre todo, muy interesante el poder ver una mezquita por dentro con sólo un par de personas vagando por allí.


El propio señor nos animó a que pasásemos a la zona de rezar y que tomásemos todas las fotos que quisiésemos. Nos dijo que la mezquita en la que estábamos era, si no la más antigua de la ciudad, una de las más antiguas y que todas las mezquitas tenían únicamente en su interior cuatro pilares principales que sostenían toda la cúpula y que en cada pilar estaban los nombres de las cuatro etnias que están englobadas en el islam. Nos comentó también la orientación de las mezquitas (hacia la Meca) y cuál era el punto hacia el cual tenía que rezar todo el mundo, mirando al que lee el Corán puesto que está justo en la dirección de la Meca. Cuando acabó de contarnos algunas historias más (como que una mezquita no era sólo eso si no que también era considerado un centro social) nos acompañó a la salida. Como había sido muy amable le dejamos algunas liras para la conservación de la Mezquita y seguimos con nuestro camino.


Como ya estábamos un poco cansados de tanto caminar cogimos un taxi y le dijimos que nos llevase a Eminönü para coger un ferry por el Bósforo, cuando estábamos como a un kilómetro del puerto nos encontramos un atasco enorme y el taxista, muy honesto, nos hizo entender (no hablaba inglés y menos español) que nos bajásemos que el puerto no quedaba tan lejos y que nos iba a salir por una pasta si seguíamos allí embotellados. Así que le pagamos la carrera hasta allí y nos fuimos andando.


Y menos mal que nos fuimos andando porque, como a las tres de la tarde empezaron a llamar a la oración desde todas partes y el espectáculo auditivo fue más que sorprendente. Personalmente pienso que la llamada a la oración es una de las cosas que más sorprende de esta ciudad.


Una vez en el puerto sacamos el billete y, mientras no salía nuestro barco, nos fuimos a sentar para ver el movimiento de gente: por todas partes personas, corriendo, caminando, vendedores de bocadillos de pescado trabajando frenéticamente...



Nos montamos en el barco y nos dedicamos a sacar muchas fotos de todo lo que veíamos: la parte asiática, el skyline de la ciudad, el puente del Bósforo, los palacios que están al lado del río... Sacamos alguna foto realmente buena porque el cielo quiso regalarnos diferentes haces de luz sobre algunos monumentos importantes y como estaba cayendo el ocaso pues todo se veía mucho más 'místico'.


Una vez en tierra firme otra vez nos fuimos callejeando hasta el hotel y apartando de la enorme cantidad de gente que había por todas partes. Ese día estábamos tan reventados de la visita que pedimos que nos trajesen algo a la habitación y nos quedamos dormidos pronto.

2 comentarios:

  1. No puedo decirte más de lo que ya te he dicho!!!!!!!!!!!!.
    Precioso. Con ganas de volver.
    Buenísima la foto del rayo de sol con la Torre Galata.
    Un abrazote

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  2. Las fotos de los rayos sobre la ciudad me gustaron mucho a mí también. Ya pronto dejaré de escribir entradas acerca de Istanbul... Pero quién sabe, a lo mejor en un futuro puedo volver a escribir acerca de la ciudad porque regreso... y quién sabe, a lo mejor hasta podemos volver juntos :)

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