domingo, 13 de octubre de 2013

Una Parte de la Historia que Nunca Debe Ser Olvidada...

El domingo nos levantamos sin demasiada prisa. Teníamos que llegar a Oświęcim antes de la doce de la mañana para esperar el tour en español. Así que desayunamos con calma en el hotel, montamos en el coche y a las once ya estábamos en nuestro destino.

La puerta de la Muerte
El trabajo os hará libres
¿Qué hay en Oświęcim? Quizás el nombre no os diga nada pero en cuanto os diga el nombre que le pusieron los alemanes ya no tendréis duda alguna: Auschwitz - Birkenau.

Sabíamos que aquello no iba a ser una visita para disfrutar de los paisajes ni nada de eso, pero teníamos bien claro que para nosotros iba a ser una oportunidad única de entender, de alguna manera, los horrores que habían sucedido entre aquellas paredes.


Para entrar al campo de concentración de Auschwitz I te obligan a ir con un guía (ese mismo guía te acompaña a Auswchwitz II (Birkenau), que es de entrada libre). Siempre tienen guías que hablen en polaco (por la situación del campo), alemán (por la cercanía con Alemania), inglés (por ser el idioma más extendido a la hora de turistear), español (por ser la segunda lengua más hablada en el mundo) y creo recordar que también tenían guías en algún idioma asiática. Eso sí, si querías un guía en otro idioma podías solicitarlo con antelación y ellos intentaban proporcionártelo.

No necesita traducción...
Muy cierto
Y lo cierto es que es muy útil eso de que te obliguen a ir con guía porque así te enteras realmente de todo lo que pasó allí, de cómo se llegó a ocultar tal barbarie a los ojos del mundo (mientras los dirigentes de otros países dirigían su mirada, conscientemente, a otras partes), de cómo y por qué los judíos llegaron a comprar billetes (y caros) en los trenes que los iban a llevar a los campos, de cómo los alemanes les vendieron incluso parcelas dentro de Auschwitz, de cómo los judíos no desconfiaban nunca de que fueran a morir hasta que les caían las piedrecitas de Ziklon B encima, de por qué los judíos ponían el nombre a sus maletas antes de subir a los trenes, de por qué motivo escogieron Auschwitz para trasladar a todos los judíos de Europa, de los horribles experimentos que realizaban con humanos, de cómo conseguían que la gente estuviese enferma continuamente a través de la comida, de cómo el trabajo de limpiador de letrinas del campo podía servir para llevar mensajes entre el campo de hombres y el campo de mujeres y podía ser de los mejores trabajos, de cómo y dónde escondían a los recién nacidos para evitar que los guardias nazis los matasen directamente, de cuáles eran los planes para exterminar a todos los judíos del mundo... y tantas y tantas cosas. En fin, delirios de un tarado que hicieron vivir al mundo sus horas más bajas de la historia reciente.


Nos encantó el relato de nuestra guía en español y de todo lo que aprendimos y que seguro que no se borra de nuestras cabezas en muchos años. La visita duró en total unas cuatro horas y media de las cuales dos horas y media las pasamos en Auschwitz I y el resto en Birkenau (que es el lugar que todos tenemos en mente de las películas de cuando los trenes llegaban a descargar a los judíos en el campo de concentración). Durante la visita no paramos de caminar y de escuchar historias de todo tipo.

Al final de la visita, con la cabeza llena de conocimientos, nos quedamos un rato pensando y meditando lo que allí había pasado... pero no sólo nosotros dos, sino todo el grupo de hispanos y lusos que iban con nosotros en la visita.

Transporte de ganado: para personas
Con la mente llena de fotogramas montamos en el coche, paramos a comer algo porque ya eran las cinco y aún no habíamos comido nada desde la mañana... y tampoco es que nos hubiésemos dado demasiada cuenta de que nuestros estómagos necesitaban ser atendidos, y proseguimos nuestro viaje de regreso a Olomouc.

Puerta de la Muerte desde dentro
A viaxe viña de acabar e aínda quedaban moitas cousas que ordear nas nosas cabezas. Xente tola hai en todas partes, e se esa xente tola pode acceder ó poder, acaban pasando cousas como as vistas.


PD: Faltan fotos de las cámaras de gas, de los crematorios, de las miles de maletas amontonadas, de prótesis de todo tipo, de los presos del campo, del paredón de fusilamiento, de las garitas de los guardias, de los metros y metros de alambrada, de los cubículos de un metro cuadrado donde encerraban a los presos, de los barracones de los presos, de las letrinas en Birkenau, de los judíos recordando a los suyos... Sólo un consejo: 'Id a visitar Oświęcim' (eso sí, como recomiendan en la entrada, sin niños pequeños)

2 comentarios:

  1. Impresionante. Imagino que hay que tener la cabeza muy bien puesta para saber lo que te espera en un lugar así, y estar preparado para asumir "que no es una visita de placer". Necesario para conocer lo que el ser humano es capaz de hacer.
    Lamentablemente no sé si seremos capaces de evitar que ocurra de nuevo, aunque con otras víctimas... simplemente hay que mirar cómo está el patio en algunos países.
    Un abrazo gordo

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  2. Más dirigentes debieran de ir allí para saber qué pasos no hay que seguir.
    Sin duda alguna, la visita mereció mucho la pena... y es que las visitas a los memoriales siempre suelen ser muy interesantes.

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