Curiosamente el castillo iba a cerrar sus puertas por la temporada de invierno en dos semanas y precisamente en dos semanas ya teníamos planeado nuestro siguiente viaje aprovechando unos días libres que teníamos en el gymnázium.
Así que no quedaba de otra, si queríamos ir a verlo antes de que cerrasen la temporada, tenía que ser el fin de semana siguiente. Como estaba aquí al lado, unos cuarenta minutos en coche, no lo pensamos dos veces y el sábado a las once de la mañana nos pusimos en marcha hacia la localidad de Bouzov.
Un pueblecito pequeño perdido en medio de la nada... pero en cuanto enfilamos dicho pueblo ya vimos que el viaje había merecido la pena. Delante de nosotros se levantaba un castillo bien elegante y bonito, por supuesto, en lo alto de una colina que, según nos enteramos después, había sido el lugar elegido para rodar alguna película medieval y que había servido de punto de encuentro de la Orden de los Hidalgos Alemanes.
Tuvimos que dejar el coche en un parking cercano al castillo, nos pareció un poco caro el estacionamiento pudiendo haber dejado el coche en cualquier otro lugar gratuitamente pero estas son las cosas que ocurren cuando vas de turista, y nos fuimos caminando por entre una arboleda hasta el castillo... decidimos ver la arboleda con más calma a la salida de la visita.
Lo malo de la visita es que era en checo pero nos dieron unas hojas en inglés para que pudiésemos saber un poco acerca de las estancias que íbamos visitando. Nos las leímos y al poco entramos al castillo con un guía y con otra pareja.
Lo de allí dentro es lo que más entiendo yo por el concepto: "un castillo de princesas". El lugar está muy cuidado y con todas las salas bien caracterizadas, incluso entramos en el comedor y había una guitarrista cantando alguna canción medieval que le daba al lugar un aire mágico. El guía nos explicó todo a la perfección (o eso creemos porque no entendimos ni el "dobrý den" del principio jajaja) y nos llevó por varios lugares del castillo. Eso sí, cuando nos sacó a uno de los balcones nos quedamos realmente sorprendidos con toda la naturaleza que se veía desde allí... y es que ya me diréis cómo podría estar la naturaleza en pleno otoño, con un sol radiante y en medio de la nada en República Checa... impresionante sin más.
Nos enseñaron varias estancias: el comedor, alguna habitación, la sala de armas, la capilla, el citado balcón, una sala en la que hacían bodas... A cada cual más bonita, realmente fue una visita que nos gustó mucho y que nos dejó con muy buen sabor de boca. Un lugar que, sin lugar a dudas, será uno de los sitios a los que llevemos a la gente que nos quiera venir a visitar a Olomouc.
Nos quedamos con ganas de ver la torre del castillo pero parece ser que esa parte la enseñan con el tour largo y claro, nosotros sin saber checo, y viendo que el tour corto duraba casi una hora no nos atrevimos a estar dos horas escuchando checo sin enterarnos de nada pero ahora ya sabemos que, si queremos ver la torre, mejor será que nos escuchemos el tour largo en checo. Queda anotado para la siguiente visita, que seguro habrá.
A la salida estuvimos un buen rato haciendo trabajar a la cámara con lo bonito que estaba el bosque y nos dedicamos a sacarnos fotos en aquel entorno tan... encantador, digamos. Una visita rápida, apenas fueron cuatro horas en total desde que salimos de casa, pero que mereció mucho la pena. A las cuatro ya estábamos en el centro de Olomouc buscando un sitio para comer y, como habían acabado de inaugurar un gran centro comercial en el centro de la ciudad, allí nos fuimos a completar la tarde de sábado.
Quedaban siete días para nuestro primer gran viaje en el centro del viejo continente... a fin que Cracovia, visitada la semana anterior, está aquí al lado :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario