domingo, 15 de septiembre de 2013

Praga por Trabajo

La siguiente semana en el trabajo fue, como era de esperar, tranquila. La novedad de esa semana es que el sábado por la mañana estábamos convocados todos los profesores bilingües para conocer a la nueva agregada de educación en República Checa, al embajador de España en Praga y para tener el primer contacto entre los profesores de la sección.

Vista de Praga
Embajada de España en Praga
Así que el viernes después de comer en casa nos montamos en el coche los cuatro (los dos compañeros del instituto (Antonio y Óscar), Saraí y yo) y nos pusimos en marcha hacia Praga. Después de un viaje de unas dos horas y media, es lo que viene llevando porque en la autopista están en obras en varios tramos, llegamos a nuestros respectivos hoteles.

Catedral de Praga
Interior de la Catedral
Saraí y yo nos quedamos en un hotel que se llama: Three Crowns Hotel, a unos diez minutos en tranvía del centro de Praga, pero que como está en una zona en la que se puede aparcar el coche nos mereció la pena. En la zona hay que pagar estacionamiento pero como es únicamente de lunes a viernes de 9 a 19 pues pudimos aparcar el coche al lado del hotel y olvidarnos de él hasta el domingo que nos fuimos. El hotel era bastante bueno (tenía cuatro estrellas) y gracias a la página de lastminute.com lo pudimos reservar por un precio bastante asequible. Y lo mejor de todo: el desayuno, de lo más completo, estaban reponiendo de todo en cuanto se acababa y ponían mucha variedad y algo que le gusta mucho a Saraí: ponían mucha fruta todos los días.

Lateral de la Catedral
Calles del Castillo de Praga
Lo cierto es que para reservar el hotel estuvimos buscando durante bastante tiempo pero al final mereció la pena el tiempo invertido... y es que puede parecer que no, pero buscar hotel por internet en una ciudad de la que no se conoce nada (las distancias, las zonas buenas...) puede ser una tarea bastante difícil porque, por supuesto, uno quiere tener un hotel que sea lo más nuevo y cómodo posible, que tenga desayuno, internet y aparcamiento privado (por si no se puede aparcar en los alrededores) y que tenga un precio razonable... Esta elección nos salió bien.

Vista del Castillo de Praga (Catedral)
Vista desde el Castillo
Después de descansar un poco en el hotel, el viaje en coche acaba siendo un poco cansado con tantas obras en el camino, quedamos para ir a cenar al centro. La zona que decidimos visitar fue la Václavské náměstí que queda a unas cuatro o cinco paradas en tranvía del hotel así que por allí estuvimos dando una vuelta para ver el ambiente de Praga y finalmente acabamos comiendo en un restaurante chino en el que tenían especialidades checas (¿?). Siguiendo los consejos de Óscar, que ya había estado un montón de veces en Praga, me pedí un plato de tartar: buenísimo (y eso que la carne cruda no en todas partes puedes fiarte al comerla). Como no, acompañamos los platos con unas buenas cervezas Pilsen Urquell, y a la hora de pagar nos llevamos la sorpresa de siempre en República Checa: ¿tan barato? ¿no se habrán equivocado? No, efectivamente, los precios en Chequia son muy baratos, no tanto como en Olomouc, claramente, pero por ser una capital de las importantes en Europa no deja de sorprender.



Después de la cena nos volvimos al hotel a descansar, al día siguiente había que madrugar un poco para llegar a la reunión.

El sábado por la mañana tuvimos que estar en la Embajada a las 9 de la mañana para la reunión y Saraí también se vino con nosotros para irse a conocer el Castillo de Praga. La Embajada de España queda en la calle Badeniho y para llegar al Castillo se puede ir andando en tan sólo 10 minutos. Así que mientras ella estaba de visita nosotros estuvimos conociendo al resto de la gente del programa y hablando de cosas del trabajo.

       Plaza del Reloj de noche
Reloj Astronómico de noche
A la hora de la comida nos llevaron a comer a un restaurante cerca de la Embajada y llamé a Saraí para que viniese a comer con nosotros. Finalmente nos tuvimos que ir a toda prisa del restaurante porque la comida se alargó de más y el embajador estaba esperando para recibirnos. Después de la recepción, trabajo en grupo con los otros profesores de matemáticas y sobre las seis ya estábamos fuera quedando todos para ver algo de Praga por la noche. Como el día había sido un poco largo nos fuimos a descansar al hotel y después cogimos el tranvía para llegar al centro con el resto de compañeros.



Pero la parte interesante del día la había visto Saraí que había ido a conocer la parte más histórica de la ciudad. Y de ellas son la mayoría de las fotos que están en esta entrada.

Plaza del Reloj
El Reloj Astronómico

Después de un merecido descanso: yo después de tantas horas de reuniones y Saraí de tantas horas andando por la zona del castillo y alrededores, nos fuimos en tranvía hasta el Reloj Astronómico que era el punto donde habíamos quedado con el resto de profesores (y donde queda todo el mundo). Después de callejear un poco, los cuatro llegamos al lugar... y entonces entendimos de dónde le viene toda la fama a Praga: la plaza es bien bonita y, por la noche, la iluminación hace que todo se vea de una manera especial... Ya empezábamos a entender el porqué de todos los comentarios: "Praga os va a encantar".

Entrada al Puente San Carlos


En el Puente



Al día siguiente sobre las 11 de la mañana ya teníamos el coche aparcado en una de las calles cercanas a la estación de tren y nos fuimos andando a ver el puente todos juntos. Comimos algo por la zona y nos volvimos al coche, ya era hora de poner rumbo a casa porque al día siguiente había que trabajar.

En general se puede decir que la visita a Praga fue corta y no vimos todo lo que se debería de haber visto, pero como estamos convencidos que no será la última visita a esta ciudad pues nos lo podemos tomar con calma a la hora de visitar.


Paseando por Praga

En nuestras mentes ya tenemos pensado volver a visitar Praga en Navidades y verla con todas las luces encendidas y, ¿quién sabe?, a lo mejor hasta está todo nevado por aquellas fechas... pero para eso aún quedan unos cuantos meses. De momento nos quedaba regresar a Olomouc y seguir planeando el siguiente viaje antes de que el mal tiempo llegue a estas latitudes y tengamos que quedarnos en casa con la calefacción a todo lo que da.

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