domingo, 13 de abril de 2014

De Visita por České Budějovice

Con cinco días libres en pleno mes de abril, y con otros cuatro más a la vuelta de la esquina, decidimos que algo habría que hacer. Pero esta vez la visita habría de ser interior y es que de extranjero ya nos había llegado con la visita reciente a Bulgaría-Turquía-Serbia.


Así que decidimos ponernos en contacto con una compañera de Secciones Bilingües, Isa Del Caz, y quedar en ir a visitarla a České Budějovice. Como lo de los días libres era algo exclusivo de nuestro instituto y en el resto de las Secciones Bilingües tenían que trabajar, decidimos irnos a České el jueves y aprovechar el miércoles para descansar en casa.


El jueves nos pusimos en marcha con la idea de estar en el coche unas 2 horas y media pero nos llevamos una sorpresa cuando en un tramo de autopista que estaban arreglando y en la que sólo había un carril nos encontramos un accidente de coche que nos tuvo 45 minutos totalmente parados.


Así que llegamos a České cuando ya la tarde se venía encima y lo único que nos dio tiempo fue a dejar las maletas en casa de Isa, saludar al resto de compañeros, visitar un poco la plaza del pueblo y quedar con ellos después para ir a cenar.


Una de las cosas buenas que tiene el programa de Secciones Bilingües en České es que la casa, que está justo al lado de la escuela (al igual que en la mayoría de Secciones), está también a tres minutos andando del centro histórico de la ciudad por lo que bajar de la casa y estar en la zona de restaurantes es prácticamente lo mismo.


Ese día bajamos a cenar con Isa (la profesora de Ciencias), Fran (el nuevo profesor de Matemáticas), David (el de Lengua), Thomas (un compañero austriaco de la Universidad que mantiene buena relación con la Sección) y Kateřina (una ex-alumna de la Sección) al Life Is Dream, un restaurante con una carne buenísima, y después nos fuimos a tomar unas cervezas al pub Singer, escuchamos un poco de música (alternativa) y para cama a dormir que al día siguiente tenían que trabajar nuestros compañeros y nosotros habíamos planeado una visita a Český Krumlov.


Český Krumlov es un pueblo típico checo que todos recomiendan ir a conocer. Así que el viernes por la mañana cogimos el coche y, tras algo menos de media hora, llegamos al pueblo. Buscamos un aparcamiento por el centro para no tener que andar demasiado y nos fuimos a pasear.


Lo cierto es que la fama que le dan, realmente la tiene. Es un pueblo atravesado por un río que zigzaguea por la ciudad y a ambas orillas se extiende la ciudad vieja, de un lado el ayuntamiento, alguna iglesia y algún parque bohemio con vistas impresionantes a la joya de la ciudad: el castillo, del otro lado del río. Para atravesar el río hay unos cuantos puentes en madera y, como no, un montón de turistas, sobre todo visitantes de Praga que van a pasar el día de excursión organizada.


Fuimos al castillo a ver una de las alas y la torre desde el que se puede ver cómo la ciudad se ciñe al río. También visitamos los jardines del castillo, que están al otro lado del mismo, pero como estaba entrando la primavera no lo llegamos a ver realmente arreglado. En total estuvimos allí casi dos horas, el castillo es muy grande y la visita merece la pena, sobre todo por las vistas de la ciudad. Ah, y como sorpresa, a la salida del castillo se pueden ver unos osos.


Tras el agotador paseo subiendo y bajando cuestas y escaleras por la ciudad nos fuimos a comer a un restaurante cercano al ayuntamiento, un último paseo a lo largo del río para bajar la comida y pusimos rumbo de vuelta a  České.


Por lo que he observado en Olomouc los viernes son un día horrible para intentar cenar fuera de casa sin reserva... y en  České también funciona igual. Así que por la noche nos pusimos a buscar un restaurante con Isa y Fran sin demasiada fortuna.


Cuando por fin encontramos uno y nos íbamos a sentar, llegó corriendo Thomas y nos dijo que había quedado con más españoles en el restaurante La Cabaña, propiedad de uno de ellos, así que para allí nos fuimos a saborear un poco de España en República Checa, la comida estaba muy buena. Al acabar subimos a la planta de arriba para unirnos al grupo de hispanohablantes que estaban acabando su fiesta y rematamos la salida nocturna en el Singer hasta las 3 de la mañana.


Al día siguiente volvimos a quedar con Thomas a mediodía porque coincidió que había una jornada de 'patios abiertos' y nos fuimos Saraí, Fran y yo para que nos enseñase un poco de la historia de la ciudad (algo de lo que él estaba informado). Antes de que llegase Thomas, Fran y yo nos subimos a la Černá Věž (Torre Negra) para poder ver České desde la alturas, al bajar ya estaba Thomas contando historias acerca de la ocupación austriaca y alemana de la ciudad y seguimos con nuestra visita por patios interiores, una galería de arte, la recién remodelada catedral y alguna que otra iglesia. Finalmente acabamos comiendo en la pizzería U Žáby: con pizzas muy buenas y madera cortada por 'todas' partes.


Una pequeña siesta y después vuelta a empezar y es que Isa había quedado en ir a ver una exposición de cuadros y, como en otras en las que ya habíamos estado, había un grupo tocando canciones de rock, por supuesto de los 80's, amenizando.


Después de un rato nos fuimos a otro local en el que había otro concierto de un grupo conocido en  České y allí estuvimos un buen rato mientras iban llegando Thomas, Kateřina y Fran. Al acabar ya iban siendo horas de cenar y nos fuimos a comer a un restaurante indio: Indická Restaurace. Ah claro, y para acabar la noche: visita al Singer.


El día siguiente ya era domingo así que, a mediodía, nos pusimos rumbo a Olomouc para descansar un poco que al día siguiente había que trabajar, eso sí, la semana tampoco iba a ser demasiado larga porque el jueves y el viernes también eran libres...

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