martes, 15 de julio de 2014

Meus Pais en Česká Republika I

Por fin chegou o día no que meus pais chegaron a Olomouc, eso quería dicir que as vacacións de verán xa tiñan comezado e eu voltaría estar coa familia outra vez...


El martes 8 de julio mis padres tuvieron que pegarse un madrugón de los buenos porque su avión salía de A Coruña a las 6:30h, y tendrían que estar de viaje hasta las 16:00h que llegasen a Olomouc. En esos días yo seguía convaleciente de mi pie así que tuvo que ser Saraí la que condujese hasta Praga y después de vuelta a Olomouc. Como dije, a las cuatro llegamos y mis padres se fueron directamente a descansar unas cuantas horas hasta que bajamos a la plaza a cenar algo. La suerte fue que Antonio ya se había ido de vacaciones a España y nos dejó la casa para que pudiésemos estar más cómodos.


Por la noche nos fuimos a comer al Ceasar's, un restaurante que está en la plaza principal, y que una de las buenas cosas que tiene es que está al lado de los monumentos más representativos de la ciudad (la Columna, el Ayuntamiento, el Reloj Astronómico, las fuentes...) y que tiene un sitio para aparcar cerca de allí. Algo que, con mi pie en una escayola, agradecí bastante. Cena, visita rápida a la plaza, al instituto (al lado de casa) y a seguir descansando que mañana sería otro día.


El miércoles estuvimos en casa, fuimos al súper y, como no, aprovechamos para que mi madre nos hiciese algo de comer... ya llevaba medio año sin probar sus platos y eso siempre se echa de menos. Por la tarde aprovechamos para cortar la leña que llevaba más de un año acumulada delante del coche y ordenarla para futuras barbacoas. Por la noche visita en coche a la catedral, a la iglesia rusa y al Šantovka. Y ese día así se pasó, en breve me quitarían la escayola y ya podría caminar, pero hasta ese entonces lo mejor sería no forzar demasiado porque, al caminar, el pie se hinchaba, la escayola no cedía y...


El jueves el plan también fue casero: barbacoa en casa con una larga sobremesa (porque no quedaba otra opción que alargar el tiempo en la casa), eso sí, disfrutando de unas buenas cervezas checas.


El viernes, por fin, me liberaron de la escayola. No es que pudiese caminar muchísimo porque el pie se tenía que volver a acostumbrar a hacer su trabajo pero ya sin yeso podíamos empezar a conocer un poco más a fondo la ciudad. Y eso fue lo que hicimos: visita estándar por las plazas y algunas calles del centro, eso sí, en versión reducida porque después de una hora caminando a 2km/h ya necesitaba un poco de descanso acompañado, como no, de una cerveza :) así que nos fuimos a comer al U Červeného Volka y después a seguir caminando otro poco a una de las cafeterías que ya habíamos marcado como "para llevar a las visitas", el café La Fee.


El sábado el plan pasaba por invitar a varios compañeros a una barbacoa a casa y la verdad es que estuvo un día estupendo y la barbacoa, como siempre, fue un éxito y ese día volvimos a tener una larga sobremesa, no por obligación, sino por afición. Por cierto, a la barbacoa vinieron: Zoila y Manu, Jon (un chico vasco que acababa de llegar a Olomouc con una beca de investigación en la Universidad), Javi (un compañero granadino que había venido a hacer unas prácticas de Derecho a Olomouc en la empresa del suegro), Marcel y Jolana, mis padres, Saraí y yo.


El domingo, que es el día en que se puede entrar gratis a los museos de Olomouc, nos fuimos a ver otras partes de la ciudad que aún no les habíamos enseñado, la Catedral por dentro, el Museo de la Archidiócesis (ya lo habíamos visitado en invierno pero en verano abren algunas partes más y la verdad es que nos sorprendió más que la primera vez) y el interior de la iglesia rusa. Ese día nos fuimos a comer a la cervecería Svatováclavský Pivovar, un lugar en el que siempre se acierta con la comida y, por supuesto, con la cerveza, que aún por encima la fabrican allí mismo.


El lunes tocó visita a Sváti Kopeček (la basílica que está en una de las colinas de Olomouc y desde la que se puede ver toda la ciudad) y después al Zooolomouc (no está mal escrito, así se llama), que por cierto, en el zoo nos pilló una tormenta de esas que no hacen más que descargar agua y, tras una media hora debajo del alero de un tejadito decidimos que ya que nos estábamos mojando, mejor nos mojábamos con gusto y nos fuimos andando al coche en medio de la lluvia torrencial, de algo ten que servir eso de ser galego. Después de estas visitas nos fuimos a comer a casa y por la noche a cenar a la pizzería que hemos designado como nuestra favorita de Olomouc: La Scala.




El martes nos fuimos de visita al subsuelo moravo: Javořičko jeskyně y después nos fuimos a otra visita obligada para quienquiera que venga a ver Olomouc: Bouzov Hrad, un castillo que ya se llevó toda una entrada en este blog y que, como dije en su momento, es uno de los castillos más bonitos que he visto a día de hoy, ayudado, como no decirlo, del sorprendente bosque que lo rodea. Para comer, ya de vuelta en Olomouc, un restaurante con mucha historia y de los que siempre están para agradar al paladar tanto con la comida como con la sorprendente "Nepasterizovaný Pilsner Urquell": Drápal.

Y ya, la visita de Olomouc tocaba a su fin, no porque mis padres se fuesen, sino porque había que ir a visitar otras ciudades...


Pero eso xa se contará nas seguintes entradas que esta creo que xa quedou un pouco longa de máis.

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